Antes de la primavera, graciosamente se celebra el día de los enamorados. Los emparejados, el ambiente y la influencia anglosajona se tiñe de rojo corazón.
Los corazones rojos, bien rojos. Las rosas rojas, bien rojas. Los bombones bien rellenos, rellenos. La ternura bien dulce, muy dulce.
Poéticamente los diseños de cualquier artículo adquieren un simbología que induce a sentir simplemente amor. Esta palabra es la protagonísta real del día: amor. Se tiende a huir de la carga emplagosa para abandonarse a la fuerza que tiene el propio sentimiento. Es díficil y tentador caer en los tópicos por un día en el año. Qué por otro lado ni mucho es un crimen.
San Valentín el día de los enamorados es tan especial como cualquier festivo señalado en nuestro calendario.
Celebrarlo es muy fácil.
Con sentir amor, es suficiente.
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